Los astados de Lebrija y de Manuel Costa permitieron el triunfo de los matadores, con unos astados con mucha movilidad y de gran juego, teniendo como norma general la escasa y deficiente presentación en algunos casos. Los tres matadores se repartieron un total de tres vueltas al ruedo cada uno (tres orejas para cada uno si estuviesemos en España, Sudamérica o Francia).
Los mejores pasajes de la tarde fueron los protagonizados por el mexicano Federico Pizarro, que fueron muy animados desde los tendidos y que metieron a los espectadores en la faena. Por su parte el cartagenero Ortega Cano salió decidido desde el inicio, queriendo ganar la pelea y que derrochó entrega toda la tarde. El diestro que cerraba cartel fue el salmantino "El Capea" que demostró ser el más en forma de los tres matadores y supo meter en la muleta a un toro con demasiada movilidad que de no haberlo templado hubiese podido llegar a ser hasta peligroso.
Toros de Lebrija y de Manuel Costa, de mucha movilidad y gran juego.
Ortega Cano, vuelta al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Federico Pizarro, vuelta al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Pedro Gutierrez "El Capea", vuelta y dos vueltas al ruedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario