viernes, 20 de mayo de 2011

Primeros triunfos en San Isidro

Tras tardes insulsas han llegado los primeros triunfos, la cuarta corrida del serial ha sido insulsa en cuanto a las labores de los diestros, salvo el cuarto de la tarde que ha permitido a Jose Ignacio Uceda Leal cortar una oreja.

Fue una faena de temple, que supo convertir los arreones de bravura en tandas templadas y con mucha emoción. El astado siguió con celo la muleta del madrileño, que para mayor mérito fue siempre a ras de suelo. Una embestida dulce, con la que el diestro de Usera pudo disfrutar y rematar la faena con un soberbio estoconazo que le permitió cortar el único trofeo de la tarde. Por su parte tanto Juan Bautista como Morenito de Aranda ni apostaron por sus astados ni lograron acoplarse a ellos. En resumen, cuatro toros con posibilidades de los cuales tan sólo el cuarto fue aprovechado por Uceda Leal. El primero de Bautista se fue al desholladero se fue con las orejas puestas por culpa de una faena falta de temple y con contínuos tirones enganchones.

Al día siguiente llegó Fandiño para cortar otra oreja de mérito y de esta forma rematar la labor comenzada el pasado día dos de Mayo donde ya dio un aviso de lo que puede llegar a ser el diestro vasco.

Abría la tarde el diestro de Usera, Jose Ignacio Uceda Leal, que venía de cortar una oreja en la tarde anterior y que entró en la corrida de las sustituciones, ya que tanto Uceda como Fandiño entraron en el cartel para cubrir las bajas de Curro Díaz y Leandro. Esta vez Uceda dejó un par de tandas en redondo y dos buenos remates atrincherados. La faena acabó con una estocada algo desprendida que le privó de haber sumado otra oreja a su esportón de San Isidro. Con el cuarto nada de nada. Al igual que el madrileño, Fandiño solo tuvo una oportunidad, fue en el segundo de la tarde, pero éste si la aprovechó y cortó una oreja que le va a servir en esta temporada. Faena con buenos naturales, por bajo y repletos de temple, pero sobre todo de mucho mando. Tiró de valor para aguantar las miradas inoportunos de su antagonista en unas ajustadas bernadinas que pusieron al publico de su parte y que terminaron solicitando una oreja justa tras un tremendo volapié. Con el quinto nada pudo hacer, un astado sin nada que le impidieron buscar la Puerta Grande. Por su parte el albaceteño Miguel Tendero no supo poner lo que le faltaba al peor lote de la tarde.

Primera tarde con las figuras en el ruedo frente a los astados de Núñez del Cuvillo, y ya lo dice el dicho "tarde de espectación, tarde de decepción". Y así fue por parte de Morante de la Puebla y Alejandro Talavante. El resumen de la actuación de la tarde del diestro de Puebla del Río se centra en un par de buenos capotazos, dos buenos remates por trincherazos e incontables fallos con la espada. El extremeño Alejandro Talavante. Con el tercero fue una sucesión de pases anodinos y al quinto sólo pudo recetarle dos tandas y nada más. El novato del festejo dejo los mejores pasajes de la tarde. En el toro de su confirmación tiro de raza y valor, que a pesar de algun que otro enganchón pudo sacar buenos muletazos. C0n el sexto lo volvió a intentar pero le fue imposible por la manifiesta falta de raza y fuerza de su antagonista.

viernes, 13 de mayo de 2011

Arranca San Isidro

Han pasado ya tres tardes de la Feria de San Isidro y en la tarde de hoy se ha cortado la primera oreja de la Feria a manos del madrileño Uceda Leal, que mañana sustituirá al diestro vallisoletano Leandro que ha resultado herido esta tarde en el coso de Valladolid.

Abía la Feria la corrida de Valdefresno, y la terna se dio de bruces contra seis astados. Cuatro silencios y dos palmas fue el resultado del primer festejo. El diestro francés Juan Bautista que tuvo ante sí un toro sin fondo y condicionado por la falta de fuerza. El segundo toro de su lote embistió sin clase y emoción lo que hizo aburrirse tanto al personal como al propio matador. Matías Tejela tampoco tuvo suerte, lo intentó con la diestra pero sin ninguna transmisión lo que condicionó la labor, faena larga y sin emoción. El quinto de la tarde fue el toro con más clase, pero en el momento en el que le obliga, el astado perdió las manos. Cerraba el cartel el diestro de Gerena Daniel Luque que escuchó ligeras palmas en ambas actuaciones. Firme el sevillano, intenta enganchar la embestida de un astado que no se entrega. Disposición en los naturales, pero es imposible hilvanar faena. Ante el astado que cerraba plaza estuvo tranquilo y templado en una faena sin vuelos, con un astado que acaba parado en la muleta. Insiste con voluntad, pero no hay emoción en la labor.

En la segunda de San Isidro los astados de Vellosino impidieron a los diestros poder sentirse toreros, los madrileños Uceda Leal y Miguel Abellán no tuvieron opción con ninguno de sus antagonistas, Rubén Pinar perdió una oreja por el mal uso de la espada. Hasta el sexto toro la tarde iba rápida y no iba a pasar a la historia del toreo, pero cuando saltó al ruedo el que cerraba plaza . El astado repitió con alegría las primeras tandas aunque salía con la cara alta y sin llegar a entregarse, tiro de ganas y entrega, tiro de repertorio para sacar del letargo a los espectadores, que al final se puso de parte del matador con un toreo accesorio, una estocada contraria sin efecto, lo que le obligó a descabellar le privó de tocar pelo.

La corrida de José Escolar tuvo una magnifica presencia pero
su contenido no fue tan bueno, a pesar de ser ovacionados el primero, segundo y cuarto, los astados fueron reservones, no se entregaron y aprendieron muy rápido. Para los toristas que aplaudieron a estos tres toros, ¿dónde está la bravura? Rafaelillo tuvo una muy mala tarde siendo pitado y abroncado en los respectivos astados de su lote. El siete se puso del lado del astado, un toro que llegaba dormido haciendo que llegaba entregado pero todo lo contrario, buscaba presa y con esas el murciano macheteó y se fue a por la espada. Más de lo mismo con el cuarto de la tarde. Fernando Robleño tuvo que lidiar con otras dos joyas de mucho cuidado, al primero tras una faena de pelea lo fulminó con un bajonazo. El quinto fue otro cabron, que demasiado premio tuvo al ser pasaportado con una buena estocada. Alberto Aguilar tiró de garra y planteó una batalla frente a sus dos antagonistas. Con el sexto otra vez la honorable voluntad de un torero tangado por la mandanga del traje gris.