viernes, 13 de mayo de 2011

Arranca San Isidro

Han pasado ya tres tardes de la Feria de San Isidro y en la tarde de hoy se ha cortado la primera oreja de la Feria a manos del madrileño Uceda Leal, que mañana sustituirá al diestro vallisoletano Leandro que ha resultado herido esta tarde en el coso de Valladolid.

Abía la Feria la corrida de Valdefresno, y la terna se dio de bruces contra seis astados. Cuatro silencios y dos palmas fue el resultado del primer festejo. El diestro francés Juan Bautista que tuvo ante sí un toro sin fondo y condicionado por la falta de fuerza. El segundo toro de su lote embistió sin clase y emoción lo que hizo aburrirse tanto al personal como al propio matador. Matías Tejela tampoco tuvo suerte, lo intentó con la diestra pero sin ninguna transmisión lo que condicionó la labor, faena larga y sin emoción. El quinto de la tarde fue el toro con más clase, pero en el momento en el que le obliga, el astado perdió las manos. Cerraba el cartel el diestro de Gerena Daniel Luque que escuchó ligeras palmas en ambas actuaciones. Firme el sevillano, intenta enganchar la embestida de un astado que no se entrega. Disposición en los naturales, pero es imposible hilvanar faena. Ante el astado que cerraba plaza estuvo tranquilo y templado en una faena sin vuelos, con un astado que acaba parado en la muleta. Insiste con voluntad, pero no hay emoción en la labor.

En la segunda de San Isidro los astados de Vellosino impidieron a los diestros poder sentirse toreros, los madrileños Uceda Leal y Miguel Abellán no tuvieron opción con ninguno de sus antagonistas, Rubén Pinar perdió una oreja por el mal uso de la espada. Hasta el sexto toro la tarde iba rápida y no iba a pasar a la historia del toreo, pero cuando saltó al ruedo el que cerraba plaza . El astado repitió con alegría las primeras tandas aunque salía con la cara alta y sin llegar a entregarse, tiro de ganas y entrega, tiro de repertorio para sacar del letargo a los espectadores, que al final se puso de parte del matador con un toreo accesorio, una estocada contraria sin efecto, lo que le obligó a descabellar le privó de tocar pelo.

La corrida de José Escolar tuvo una magnifica presencia pero
su contenido no fue tan bueno, a pesar de ser ovacionados el primero, segundo y cuarto, los astados fueron reservones, no se entregaron y aprendieron muy rápido. Para los toristas que aplaudieron a estos tres toros, ¿dónde está la bravura? Rafaelillo tuvo una muy mala tarde siendo pitado y abroncado en los respectivos astados de su lote. El siete se puso del lado del astado, un toro que llegaba dormido haciendo que llegaba entregado pero todo lo contrario, buscaba presa y con esas el murciano macheteó y se fue a por la espada. Más de lo mismo con el cuarto de la tarde. Fernando Robleño tuvo que lidiar con otras dos joyas de mucho cuidado, al primero tras una faena de pelea lo fulminó con un bajonazo. El quinto fue otro cabron, que demasiado premio tuvo al ser pasaportado con una buena estocada. Alberto Aguilar tiró de garra y planteó una batalla frente a sus dos antagonistas. Con el sexto otra vez la honorable voluntad de un torero tangado por la mandanga del traje gris.

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