domingo, 18 de abril de 2010

Mansada de Gavira

Sólo Alejandro Talavante ha sabido sacar algo a los mansos astados de Gavira. Ya no sabemos ni que toros pedir para triunfar, algo así ha dejado caer Morante de la Puebla al terminar la corrida de ayer en el patio de cuadrillas. Pues bien tiene parte de razon el diestro de la Puebla del Río. El encierro de ayer de Gavira fue de todo menos una corrida de toros bravos, ya que todos los astados que saltaron al ruedo dejaron evidencia de su mansedumbre.

Jose Antonio Morante de la Puebla se las tuvo que ver con el peor lote del encierro, el primero de la tarde fue un toro complicado y el cuarto fue un astado que lo poco que hizo fue a través de tocar numerosas veces los engaños lo que emborronó la labor. Sin duda lo mejor de su actuación tres naturales al final de la faena.

En segundo lugar actuaba el extremeño Alejandro Talavante del que tenemos que destacar su labor al quinto toro de la tarde, al que consiguió sujetarlo en el centro del ruedo y de este modo aprovechar las embestidas aquerenciadas del astado de Gavira, sitio de la plaza donde le sacó una tanda de naturales muy hondos y largos. En la pelea con el astado resultó ganador el diestor pero que tras fallar, de nuevo, con la espada, se fue de vacío del coso hispalense. Pero no fue la única vez que dejó escapar, tal vez una oreja. Ya que consiguió exprimir al segundo de la tarde con buenas tandas de derechazos arrastrando la muleta con pases de muy bello y largo trazo, pero de nuevo Talavante y su negativa de matar a los toros en los momentos claves, le impidieron tocar pelo.

Daniel Luque sigue pasando ese gris momento que comenzó con su encerrona en Las Ventas, y ayer en el coso sevillano no tuvo el material necesario para lograr el triunfo.

Sevilla, Sábado 17 de Abril. 9ª de Feria. Lleno de "no hay billetes.

Toros de Gavira, de buena presentación pero mansos y descastados en conjunto. El mejor el quinto de la tarde.

Jose Antonio Morante de la Puebla, silencio en ambos.
Alejandro Talavante, saludos y saludos tras aviso.
Daniel Luque, silencio y saludos.

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