miércoles, 21 de julio de 2010

Gran toro de Victoriano del Río

El ganadero madrileño Victoriano del Río ha enviado un encierro flojo al coso valenciano, pero que se ha solventado con un gran toro que fue lidiado en tercer lugar por el diestro francés Sebastián Castella. Un astado repleto de bravura y nobleza pero al que no terminó de entender el galo.

La corrida comenzó con el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, aseado y correcto, pero el mal juego de los astados que le tocaron en suerte al rejoneador estellés condicionaron su labor. Lo mejor de su actuación lo pudimos ver en el cuarto toro de la tarde a lomos de Chenel.

En segundo lugar estuvo el diestro valenciano Enrique Ponce, que lidió un astado de El Pilar y otro de Victoriano del Río. Frente al astado salmantino estuvo mucho tiempo con la muleta, llegándo a escuchar incluso un aviso mientras estaba con la muleta. Con el quinto de la tarde tiro de oficio y técnica para conseguir cuajar un par de buenas tandas por el lado diestro pero que no terminaron de enganchar a los tendidos.

Completaba el cartel Sebastián Castella que estuvo frente al mejor astado de la tarde. Y tras un saludo capotero de alto grado la faena no tomo el vuelo que todos esperabamos ante tal astado enfrente. Lo mejor sin duda los cambiados por la espalda, el ya famoso penduleo en los medios. Sin duda alguna el astado estuvo por encima del diestro francés que ligó una faena algo larga y sin terminar de emocionar a los tendidos. Una estocada algo caída pero certera, le permitió cortar una oreja y escuhar una fuerte petición de la segunda que el Usía se negó a conceder. Con el sexto, también de la ganadería de El Pilar, poco pudo hacer frente a un astado descastado.


Valencia. Miercoles 21 de Julio. 4ª de Feria. Tres cuartos de plaza.

Dos toros para rejones de Fermín Bohórquez y otros cuatro de Victoriano del Río, desiguales de presencia.

Hermoso de Mendoza, silencio y saludos.
Enrique Ponce, silencio tras aviso y saludos.
Sebastián Castella, oreja tras petición de la segunda y aviso y silencio.

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