Chaves y Gallo a hombros en Guijuelo

El diestro ledesmino Domingo López Chaves y el salmantino Eduardo Gallo han salido a hombros en el primer festejo del ciclo de la localidad chacinera, frente a astados de Montalvo, en una tarde que resultó algo movida por el contínuo derribe de los astados de picar por su falta de tamaño para soportar las fuertes embestidas de los astados de Montalvo.

Domingo López Chaves le cortó las dos orejas al primer toro de la tarde, un astado que salió con piernas desde el inicio, ese momento lo aprovechó el ledesmino recibiendo al astado con dos largas cambiadas, con chicuelinas al paso llevó al astado de Montalvo al caballo. Inició la faena de rodillas en el centro del platillo y tras dos tandas por el pitón diestro que embaucaron a los tendidos y que hicieron que entraran en la faena de seguida, una buena tanda de naturales fue el epílogo de una faena rubricada con el arrimón final, y remachada con un estoconazo de efecto letal. Dos orejas justas para el enrazado diestro salmantino. Con el cuarto no tuvo opción alguna por la falta de motor y tras los contínuos fallos con el descabello vio su labor silenciada.

Salvador Ruano estuvo algo apático durante toda la tarde. En el primero de su lote paso de puntillas en una faena algo fría. Frente al quinto de la tarde, todo empezó bien con un saludo capotero pero no supo aprovechar la condición aprovechable del astado de Montalvo.

Eduardo Gallo se las tuvo que ver con un toro inválido que debió ser devuelto a los toriles por una lesión aparente en la mano izquierda de la res. Con el sexto se desquitó con una faena artística pero con la muleta por alto por la falta de fuerza del astado, pero los tendidos estuvieron al lado del matador y tras una gran estocada los espectadores que llenaban el aforo del ruedo le premiaron con el doble triunfo.

Guijuelo (Salamanca). Domingo 15 de Agosto. Lleno de "no hay billetes".

Toros de Montalvo, de buena presentación pero escaso motor. Destacó el primero de la tarde.
Domingo López Chaves, dos orejas y silencio.
Salvador Ruano, ovación y silencio.
Eduardo Gallo, silencio y dos orejas.