domingo, 24 de octubre de 2010

Si el toro sale con emoción, la Fiesta perdurara por siempre

Siguiendo con las deliberaciones de los maestros El Viti, El Niño de la Capea, Juan Mora y Andrés Vázquez.

Santiago Martín "El Viti" habló sobre la continuidad de los éxitos para que los triunfos en Las Ventas sirvan para que las empresas les ofrezcan una mayor cantidad de contratos. Los empresaros no puden cumplir con todo lo que se demanda. Y sobre la expresión de que si Madrid da y quita mucho, le otorga parte de razón. Cuando un torero siembra llegará la cosecha, antes o después.

Andrés Vázquez nos contó la anecdota sobre las contrataciones surgidas tras el éxito logrado en su primera actuación como matador de toros en el coso de Las Ventas, tras la segunda corrida la familia Chopera le ofreció un total de treinta corridas de toros. Uno de los hechos de los que más orgulloso esta el diestro de Villalpando es del hecho de haber sacado de la Escuela de Tauromaquia de Madrid a una treintena de matadores de toros que han triunfado en su carrera, de entre los cuales destaca al número uno actual, Julián López "El Juli".

El maestro Capea expuso las dificultades y las trabas que le surgieron aún contando con los éxitos logrados durante su temporada de lanzamiento como matador de toros. Las decisiones más duras las han de tomar los toreros, por lo menos así pasaba cuando yo era matador y yo creo que sigue sucediendo igual en la actualidad. A la juventud hay que enseñarle la belleza, cultura t transmisión del toreo, porque la gente cuando elimina sus prejuicios y madura se acaba asomando al mundo del toro, pero la clave está en la eliminación de esos prejuicios que tanto daño nos hacen.

Pero sin duda alguna los pasajes mas emotivos fueron los explicados por Juan Mora cuando relató lo que sintió en la plaza de toros de Las Ventas, tras dar quince naturales tomó la espada y la dejó en todo lo alto, cortó dos orejas y pudo dar la fuelta al ruedo con las dos orejas acompañado de su hijo. Ha sido una larga caminata por el desierto, tras la fuerte cornada sufrida hara unos diez años, el matador cayó en el olvido, pero su dedicación y empeño quiso demostrar que no estaba loco y que le han valido la pena estos años de esfuerzo solo por lo allí vivido esa tarde. Fue un guiño a mi familia, que siempre me ha apoyado y ha creido en mí, pero sobre todo a mi padre, que apostó por él.

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