miércoles, 27 de abril de 2011

Primeros festejos de la Feria de Abril a cero

Se abría la Feria de Abril en el coso maestrante con un decepcionante encierro del Conde de la Maza que no ha respondido a las expectativas creadas tras la corrida de la temporada pasada.

Pues bien, la tarde se puede resumir en una única faena, la de Oliva Soto, que de haberla rematado con la espada podría haber paseado una oreja. Importantes detalles del joven de Camas en una faena corta pero intensa, tandas cortas pero con mucha emoción, en concreto una tanda de naturales de un torero de arte. Todo esto sucedió en el tercero de la tarde puesto que el astado que cerró plaza fue masacrado en el caballo y se acabó nada más comenzar la faena, en la cual tan sólo se pudo ver un par de naturales.

El resto de la terna no tuvo opciones algunas con toros a la defensiva. Lo peor fue la larga agonía que vivimos cuando el sevillano no se decidía a ir a por la espada y terminar con una faena sosa sin contenido. Iván Fandiño no tuvo nada que hacer y se marchó de vacío.

Media entrada en los tendidos. Toros de los Hdros. del Excmo. Sr. Conde de la Maza, bien presentados, astifinos y de juego desigual. 1º y 2º complicados, mejores el 3º y 6º.

Luis Viches, silencio y silencio.

Iván Fandiño, silencio y silencio.

Oliva Soto, saludos y silencio.


La corrida de Dolores Aguirre , que debutaba en el coso maestrante fue un auténtico desastre y los diestros que se acartelaron no tuvieron opción alguna, teniendo que ser apuntillado el quinto de la tarde por su manifiesta falta de fuerzas.

Antonio Barrera llegaba a la Maestranza y sus faenas fueron de esas de miedo, con dos astados con una embestida descompuesta, del cuarto de la tarde destacar el puyazo y la estocada,

El sevillano Salvador Cortés que temporada tras temporada justifica sus contratos a través de sus actuaciones en la capital andaluza no tuvo opción alguna y quedó inédito ante sus dos antagonistas, teniendo que apuntillar en el ruedo al quinto de la tarde.

Por su parte el madrileño Alberto Aguilar, que se presentaba en el coso de la Maestranza no tuvo opciones a pesar de estar curtido en duras batallas. El tercero le avisó en uno de sus arreones cuando se revolvía con malas intenciones. El sexto bis se orientó enseguia y Alberto pasó un mal rato con la espada.


Media entrada en los tendidos en tarde de agradable temperatura. Toros de Dolores Aguirre, bien presentados, justos de fuerza algunos y que desarrollaron mucho peligro.

Antonio Barrera, silencio tras aviso y saludos tras aviso.

Salvador Cortés, silencio y silencio tras aviso.

Alberto Aguilar, silencio y silencio tras aviso.


Alcurrucén, más de lo mismo. Tan sólo el cuarto de la tarde se medio dejó en un par de destellos de arte de Oliva Soto, pero nada más.

El que abrió plaza fue un manso con peligro que no quiso entrar en la muleta del joven diestro de Camas. Y con el cuarto de la tarde, el "mejor" de la tarde se puso el mono de trabajo. Lo tanteó de inicio por bajo y posteriormente recetarle un par de buenas tandas de derechazos bien rematados con pases de pecho hasta la penca del rabo. De nuevo falló con la espada y se tuvo que conformar con una cariñosa ovación de los tendidos.

La tarde de Rubén Pinar fue para olvidar, con el primero con el que lo intentó lo tuvo imposible y el quinto que no quiso ni ver los capotes desde el inicio, ya desde ahí poco pudo hacer el albaceteño.

Por su parte Miguel Tendero se las vio con un manso que embestía con arreones y con la cara alta sin centrarse en la muleta del diestro. El sexto, y para no fallar a la memoria de sus hermanos, fue otro manso de libro. Típico toro de un bostezo contínuo de lso espectadores.

Media entrada en los tendidos en tarde soleada con algunas rachas de viento. Toros de Alcurrucén, bien presentados, mansos hasta más no poder. Se salvó el cuarto que resultó manejable.

Oliva Soto, silencio tras aviso y saludos desde el tercio.

Rubén Pinar, palmas y silencio.

Miguel Tendero, silencio y silencio.


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