domingo, 7 de marzo de 2010

Talavante, Ponce y un gran Juli en el domingo taurino

Se va haciendo mayor esta Feria y ha pasado a formar parte de los ciclos relevantes de la temporada taurina de 2010, pues bien hoy han tenido lugar dos festejos taurinos, uno matinal y otro vespertino. Por la mañana hacían el paseillo los diestros Enrique Ponce, Alejandro Talavante y Cayetano. Y de nuevo se ha impuesto el magisterio del diestro de Chiva, que en este mes tiene sus mayores cotas de protagonismo con la feria de Fallas llamando a la puerta. Con un faenon al cuarto toro de la tarde al que ha cuajado de principio a fin, con series con mucha profundidad y temple. Series cortas dándole las ventajas al astado con pases de mucha estética por ambos pitones. Una faena poncista que gustó a los tendidos. Al final dos orejas y una ovación para un gran toro de Zalduendo.

Lo mejor estaba por llegar, una actuación rotunda de Talavante, que terminó con lágrimas en los ojos por escuchar tres avisos al estar incapaz con el descabello. Probablemente la mejor faena de lo que va de temporada, profunda, con gusto y sabor. Faena basada en la mano zurda, con series de cuatro y cinco naturales y remates con mucha elegancia. Todo iba de menos a más, a mucho más, con tandas que embrujaron a los tendidos, todo el mundo entregado todos preparados para los mayores triunfos para el extremeño, pero de nuevo la espada jugó una mala pasada al diestro. Tras escuchar un aviso mientras estaba con la muleta, entró a matar, dejó la espada pero hubo que descabellar a un astado encogido y Alejandro fue incapaz.

De Cayetano destacar el cariño que recibe de los espectadores, estuvo bien con el tercero y en algunos pasajes con el sexto, en general estuvo algo irregular y sin mucha transmisión.

Ya en el festejo de la tarde se acartelaban de El Juli, Manzanares y Miguel Ángel Perera, con reses de varias ganaderías donde ha destacado el gran toro de Cuvillo que ha correspondido a Jose María Manzanares. Pero la oreja se la ha cortado Julián a un toro de Daniel Ruiz, le dio aire al mismo pero tuvo que acabar entre los pitones del astado, llegando a los tendidos, aunque acabó abusando de la condición del astado al que amilanó por reducir tanto las distancias, tras un buen espadazo, oreja para Julián.

Se destaca que Manzanares no pudiera sacar más provecho del de Cuvillo, le costó atemperar al astado pero los mejores muletazos llegaron con la mano zurda, no terminó de explotar y fue a menos, a mucho menos, lo mejor del todo el espadazo de Manzanares.

Destacar de Miguel Ángel Perera, su actitud ante su primer toro de Victorino Martín que estoqueaba realizó una buena faena, con buenos muletazos aunque de uno en uno, en especial por el lado diestro, lo mejor la última serie antes de matar al que fuera el último toro de la vigésima Feria de Olivenza.

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