Los astados de Fuente Ymbro colaboraron en el quinto festejo de la Feria de San Fermín en Pamplona y permitieron a Rubén Pinar y Antonio Ferrera cortaron una oreja cada uno, mientras que en Teruel Perera y El Cid cortaron una oreja y José María Manzanares salió a hombros tras cortar dos orejas.
En Pamplona saltaron al ruedo los astados de Fuente Ymbro, y el astado que se pasó casi siete minutos por las calles de Pamplona en el encierro matutino fue el peor del encierro y cayó en las manos de Antonio Ferrera ante el cual no pudo hacer nada. Pero lo más vistoso de su actuación llegó en el cuarto de la tarde, un gran astado que rozaba los setecientos kilos pero que si embistió con clase en la muleta de Antonio, con buenos derechazos que metieron a los tendidos en la labor, incluso en la zona de las peñas, tras una maginifica estocada, oreja al canto.
Oliva Soto no tuvo su tarde, ya que se las vio con dos malos astados, flojos de fuerza y con ellos el matador no terminó de acoplarse y realizó una labor algo embarullada que no terminó de cuajar, para colmo remató mal con la espada. Con el quinto mas de los mismo aunque tuvo mayor entrega.
En Pamplona saltaron al ruedo los astados de Fuente Ymbro, y el astado que se pasó casi siete minutos por las calles de Pamplona en el encierro matutino fue el peor del encierro y cayó en las manos de Antonio Ferrera ante el cual no pudo hacer nada. Pero lo más vistoso de su actuación llegó en el cuarto de la tarde, un gran astado que rozaba los setecientos kilos pero que si embistió con clase en la muleta de Antonio, con buenos derechazos que metieron a los tendidos en la labor, incluso en la zona de las peñas, tras una maginifica estocada, oreja al canto.
Oliva Soto no tuvo su tarde, ya que se las vio con dos malos astados, flojos de fuerza y con ellos el matador no terminó de acoplarse y realizó una labor algo embarullada que no terminó de cuajar, para colmo remató mal con la espada. Con el quinto mas de los mismo aunque tuvo mayor entrega.
Cerraba Rubén Pinar, y en el último toro de la tarde se encontró agusto y tiro de raza y le cuajo una buena faena basada en la muleta por abajo y con mucha exigencia. El temple de Pinar salió a relucir y tras una buena estocada le permitió tocar pelo en una plaza de importancia. Poco o más bien nada pudo hacer frente al tercero de la tarde que no tuvo condiciones y que se acabó nada mas ver la franela.
Pamplona. Viernes 9 de Julio. 5ª San Fermín. Lleno.
Toros de Fuente Ymbro, serios aunque desiguales de hechuras. Nobles en conjunto, aunque algunos justos de fuerza y raza.
Antonio Ferrera, silencio y oreja.
Oliva Soto, silencio en ambos.
Rubén Pinar, silencio y oreja.
Mientras en Teruel reaparecía Miguel Ángel Perera tras la cornada sufrida en Burgos, y logró cortar una oreja al primero de su lote al igual que hizo el diestro de Salteras Manuel Jesús "El Cid". Pero mas tarde, en el quinto toro de la tarde el diestro de Alicante, José María Manzanares, logró cuajar una gran faena a un astado de Parladé, el mejor del encierro, que se dejó torear por Manzanares que sacó todas sus virtudes a relucir gracias a hondas series cargadas del temple y la forma de mecer la muleta del diestro alicantino, un auténtico espectáculo que puso los pelos de punta a más de uno, gracias a Dios remató la faena con una buena estocada y dos orejas.
Teruel. Viernes 9 de Julio. 3ª de Feria. Media plaza.
Toros de Parladé, de juego variado.
El Cid, oreja y vuelta.
José María Manzanares, saludos y dos orejas.
Miguel Ángel Perera, oreja y saludos.
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