Nuestra más joven esperanza salmantina despidió la temporada nacional con un triunfo. Fue una oreja pero de las que tienen fuerza, por el escenario y la forma de conseguirla. Juan del Álamo se "enfrentaba" a su más firme rival en el escalafón esta temporada, y el salmantino le gano la pelea al frances Thomas Duffau. En este cartel se encontraba la novillera Conchi Ríos, que no tuvo su mejor actuación más que nada condicionada por su falta de rodaje.
Abría plaza el galo Thomas Duffau, y el pupilo de Simón Casas estuvo muy dispuesto con el capote, demostrando que el toreo a la verónica es una de sus virtudoes, pero con el primero de la tarde no tuvo mucha ocasión de poder plantearle una faena al flojo astado de Yerbabuena, que como sus hermanos no tuvo la fuerza necesaria para el triunfo a excepción del que cerró plaza. Con el segundo de la tarde tampoco tuvo opción por ello el francés Thomas Duffau abrevió.
El salmantino Juan del Álamo demostró el oficio que ha adquirido con el paso de las novilladas y se sobrepuso a la negativa condición del primer toro lo cuidó y lo enseñó a embestir, sin apreturas y toreando al astado como pedía a media altura, llevándolo muy toreando y hasta al final. Lo mejor de la faena llegó toreando al natural cuando realizó tres o cuatro buenos naturales y rematando con gran torería. Esta vez si le metió la espada hasta los gavilanes, lo que le hizo merecedor de una oreja de ley. El quinto fue un toro de desrazado que sacó la casta pero solo para defenderse y le complicó la vida al salmantino, que aguantó estoico pero que no pudo sacarle mas de lo que le sacó. Un toro complicado pero con el que Juan tragó y demostró la dimensión que este novillero tiene.
La novillera Conchi Ríos cerraba el cartel, se la vio entregada pero falta de muchos aspectos toreros. Si bien el tercero de la tarde fue un novillo complicado, con mayores facilidades que otros de sus hermanos del encierro pero con una más que manifiesta falta de fuerza. No lo supo entender sufrió una voltereta sin mayores consecuencias, falló con la espada y se marchó al desholladero un novillo de oreja. El último toro de la temporada bilbaína fue el mejor de la tarde. Un novillo bravo en el caballo y que derrochó nobleza y calidad durante toda la faena. Fue una faena que no terminó de llegar a los tendidos pese a la disposición de la murciana bajo una soberana tormenta. Falló con la espada y dio una vuelta al ruedo.
Abría plaza el galo Thomas Duffau, y el pupilo de Simón Casas estuvo muy dispuesto con el capote, demostrando que el toreo a la verónica es una de sus virtudoes, pero con el primero de la tarde no tuvo mucha ocasión de poder plantearle una faena al flojo astado de Yerbabuena, que como sus hermanos no tuvo la fuerza necesaria para el triunfo a excepción del que cerró plaza. Con el segundo de la tarde tampoco tuvo opción por ello el francés Thomas Duffau abrevió.
El salmantino Juan del Álamo demostró el oficio que ha adquirido con el paso de las novilladas y se sobrepuso a la negativa condición del primer toro lo cuidó y lo enseñó a embestir, sin apreturas y toreando al astado como pedía a media altura, llevándolo muy toreando y hasta al final. Lo mejor de la faena llegó toreando al natural cuando realizó tres o cuatro buenos naturales y rematando con gran torería. Esta vez si le metió la espada hasta los gavilanes, lo que le hizo merecedor de una oreja de ley. El quinto fue un toro de desrazado que sacó la casta pero solo para defenderse y le complicó la vida al salmantino, que aguantó estoico pero que no pudo sacarle mas de lo que le sacó. Un toro complicado pero con el que Juan tragó y demostró la dimensión que este novillero tiene.
La novillera Conchi Ríos cerraba el cartel, se la vio entregada pero falta de muchos aspectos toreros. Si bien el tercero de la tarde fue un novillo complicado, con mayores facilidades que otros de sus hermanos del encierro pero con una más que manifiesta falta de fuerza. No lo supo entender sufrió una voltereta sin mayores consecuencias, falló con la espada y se marchó al desholladero un novillo de oreja. El último toro de la temporada bilbaína fue el mejor de la tarde. Un novillo bravo en el caballo y que derrochó nobleza y calidad durante toda la faena. Fue una faena que no terminó de llegar a los tendidos pese a la disposición de la murciana bajo una soberana tormenta. Falló con la espada y dio una vuelta al ruedo.
Bilbao.Sábado 16 de Octubre.Homenaje del Club Cocherito. Menos de un cuarto de plaza.
Novillos de Yerbabuena, blandos, faltos de raza y protestones. El 3º con calidad pero flojo. El 4º inválido. Destacó el 6º, bravo en el caballo y enclasado y noble en la muleta.
Thomas Duffau,silencio tras aviso y palmas.
Juan del Álamo, oreja y silencio tras aviso.
Conchi Ríos,ovación y vuelta al ruedo.
Novillos de Yerbabuena, blandos, faltos de raza y protestones. El 3º con calidad pero flojo. El 4º inválido. Destacó el 6º, bravo en el caballo y enclasado y noble en la muleta.
Thomas Duffau,silencio tras aviso y palmas.
Juan del Álamo, oreja y silencio tras aviso.
Conchi Ríos,ovación y vuelta al ruedo.
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